PEDRO ESPINA
JAPÓN
Aparecer de pronto enmedio de una montaña poblada de enormes bambús que con el bamboleo del viento hacen música celestial, es digno de ver, de admirar, y es de una de esas cosas bellas que te hacen mirar para arriba sin tener que pedir nada...solo disfrutar.
Caminos que te llevan a soñar, a olvidarte por un instante de quien eres, de lo poco que somos ante la naturaleza pura, caminos que te lleva a comprender que podemos convivir con esa naturaleza sin modificar la esencia.
Colores que despiertan tus sentidos y te llevan a ser parte de una obra de arte, por momentos te sientes dentro de aquel cuadro que la gente mira en los museos, y se pregunta lo que estará pasando por la mente de aquel artista cuando lo plasmó en el lienzo.
Así es el Japón de mi historia y mi recuerdo